El mayor regalo de Dios

 

 

EN AUDIO

 

 

 

¿Qué es el rescate?.

 

¿Cómo lo proporcionó Dios?.

 

¿Cómo puede beneficiarle a usted?.


¿Cómo puede demostrar que lo agradece?.


¿Qué hace que un regalo sea valioso para usted?, ¿Por qué es el rescate el regalo más valioso que hemos recibido?.


¿CUÁL es el mejor regalo que usted ha recibido? Un regalo no tiene que ser caro para ser valioso. Al fin y al cabo, su verdadera importancia no siempre depende de cuánto haya costado. Más bien, es valioso para usted si lo hace feliz o si llena una verdadera necesidad en su vida.

De los muchos obsequios que pudieran hacerle, hay uno que supera a todos los demás. Es un regalo de Dios para la humanidad. Es cierto que nuestro amoroso Padre Celestial nos ha dado muchas cosas, pero la más importante es el rescate: el sacrificio de su amado Hijo, Jesucristo.

 

(Mateo 20:28). Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.

 

Como veremos en este estudio, el rescate es el regalo más valioso que hemos recibido, pues nos da la oportunidad de ser inmensamente felices y de obtener lo que de verdad necesitamos. En realidad, es la mayor prueba del amor que Jehová nos tiene a cada uno de nosotros.

¿QUÉ ES EL RESCATE?


¿Qué es el rescate, y qué tenemos que comprender para hacernos una idea del gran valor de este regalo?


En pocas palabras, el rescate es el medio que Jehová emplea para liberar, o salvar, del pecado y la muerte a la humanidad.

 

 (Efesios 1:7). Por medio de él tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de su bondad inmerecida.

 

La clave para entender esta enseñanza bíblica está en lo que sucedió en el jardín de Edén. Solo si comprendemos qué fue lo que Adán perdió al pecar, nos haremos una idea del gran valor que tiene para nosotros el rescate.

¿Qué significaba para Adán tener una vida humana perfecta?.


Cuando Jehová creó a Adán, le dio algo valiosísimo: la vida humana perfecta. Piense en lo que eso significaba para él. Con un cuerpo y una mente perfectos, nunca se enfermaría, envejecería ni moriría. Además, disfrutaba de una relación especial con Jehová. La Biblia dice que Adán era “hijo de Dios”.

 

(Lucas 3:38). hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.

 

Por lo tanto, entre Dios y Adán existía una relación muy estrecha, como la que existe entre un padre cariñoso y su hijo. En efecto, el Creador se comunicaba con su hijo terrestre, le encargaba tareas que lo harían feliz y le explicaba qué esperaba de él.

 

(Génesis 1:28-30; Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.
Y Dios pasó a decir: “Miren que les he dado toda vegetación que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla. Que les sirva de alimento. Y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura voladora de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida como alma he dado toda la vegetación verde para alimento”. Y llegó a ser así.

 

Génesis 2:16, 17). Y También impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”.

¿Qué quiere decir la Biblia cuando indica que Adán estaba hecho “a la imagen de Dios”?.


Adán fue hecho “a la imagen de Dios”.

 

 (Génesis 1:27). Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.

 

Esto no quiere decir que tuviera la misma apariencia que Dios. Jehová es un espíritu invisible.

 

(Juan 4:24). Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.
 

De modo que él no tiene un cuerpo de carne y hueso. Por lo tanto, Adán estaba hecho a la imagen de Dios en otro sentido, en el sentido de que había sido creado con cualidades como las que tiene Dios: amor, sabiduría, justicia y poder, entre otras. Además, era como su Padre en otro importante aspecto: tenía libre albedrío, es decir, podía tomar sus propias decisiones. Así que no era ninguna máquina, que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabricada o programada. Al contrario, podía decidir por sí mismo y escoger entre el bien y el mal. Si hubiera elegido obedecer a Dios, habría vivido para siempre en el Paraíso terrestre. (Cada ser humano tiene libre albedrío, por lo tanto la responsabilidad moral, espitual y social de elegir entre el bien y el mal).

¿Qué perdió Adán cuando desobedeció a Dios, y qué consecuencias tuvo esto para sus descendientes?

 

Está claro que Adán pagó muy cara la desobediencia a Dios, pues fue condenado a muerte. Aquel pecado le costó la vida humana perfecta con todos sus beneficios.

 

 (Génesis 3:17-19). Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: ‘No debes comer de él’, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. Y espinos y cardos hará crecer para ti, y tienes que comer la vegetación del campo. Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”.

 

Por desgracia, Adán no solo la perdió para él, sino también para sus futuros descendientes. La Palabra de Dios dice: “Por medio de un solo hombre [es decir, Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado”.

 

 (Romanos 5:12). Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.

 

En efecto, todos nosotros hemos heredado de Adán el pecado. Por eso, la Biblia explica que Adán nos ha “vendido” junto con él, haciéndonos esclavos del pecado y la muerte.

 

(Romanos 7:14). Porque sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo el pecado.

 

Para Adán y Eva no existía ninguna esperanza, pues ellos habían desobedecido a Dios por voluntad propia. Sin embargo, ¿qué sucedería con sus descendientes, entre ellos nosotros?

Básicamente, ¿en qué dos cosas consiste un rescate?


Jehová decidió salvar a la humanidad mediante el rescate. ¿En qué consiste un rescate? Básicamente, en dos cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para recuperar una cosa o liberar a una persona, como un rehén, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia, un rescate es el precio que cubre, o paga, el costo de algo, como los daños sufridos por una persona. Por ejemplo, si alguien provocaba un accidente, tenía que pagar la cantidad justa que correspondía al valor de los daños producidos.

Tal como hemos visto, Adán nos causó a todos nosotros una enorme pérdida. ¿Cómo sería posible cubrir el costo de tal pérdida y liberarnos de la esclavitud del pecado y la muerte? Veamos el rescate que proporcionó Jehová y de qué manera puede beneficiarle a usted.

¿CÓMO PROPORCIONÓ YAHVÉ EL RESCATE?.


¿Qué clase de rescate se necesitaba?


Lo que se perdió fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de ningún ser humano imperfecto.

 

(Salmo 49:7, 8). Ni uno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido.
 

Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se había perdido. Así lo señalaba el principio de justicia perfecta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese principio, había que entregar “alma [...] por alma”.

 

(Deuteronomio 19:21). Y tu ojo no debe sentirse apenado: alma será por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

 

Por lo tanto, ¿qué podría cubrir o pagar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Adán perdió? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era otra vida humana perfecta.

 

 (1 Timoteo 2:5, 6). Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos.

¿Cómo proporcionó Jehová el rescate? Envió a la Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero no envió a cualquiera de ellos, sino al que más amaba: su Hijo unigénito.

 

(1 Juan 4:9, 10). Por esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiéramos la vida mediante él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados.
 

Jesucristo por amor dejó de buena gana su hogar celestial.

 

(Filipenses 2:5, 7). Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres. No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres.tengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, 6 quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. a estar en la semejanza de los hombres.

Como vimos en el capítulo anterior, Jehová realizó un milagro al hacer que la vida de su Hijo pasara a la matriz de María. Gracias al espíritu santo de Dios, Jesús nació como ser humano perfecto, libre de la condena del pecado.

 

 

(Lucas 1:35). En respuesta, el ángel le dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios.
 

Jesús ya existía en el cielo, desde antes de la creación, con YAHVÉ Dios. Juan 1.1


Jesús sufre una muerte angustiosa en un madero de tormento


Yahvé, o Jehová dio a su Hijo unigénito como rescate por nosotros

 

¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de millones de seres humanos?.


¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de muchos, sí, de millones de seres humanos? Pues bien, ¿cómo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerde que Adán pecó y de este modo perdió una posesión muy valiosa: la vida humana perfecta, una posesión que ya no pudo pasar a sus descendientes. Lo único que pudo transmitirles fue el pecado y la muerte. Jesús, a quien la Biblia llama “el último Adán”, tenía una vida humana perfecta y nunca pecó.

 

(1 Corintios 15:45). Así también está escrito: “El primer hombre, Adán, llegó a ser alma viviente”.
 

En cierto modo, Jesús tomó el lugar de Adán para salvarnos. Obedeció a la perfección a su Padre y sacrificó, o entregó, su vida perfecta. Así pagó el precio necesario para cubrir el pecado de Adán y nos dio una esperanza a sus descendientes.

 

(Romanos 5:19; Porque así como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de la sola persona muchos serán constituidos justos.
 

1 Corintios 15:21, 22). Pues, dado que la muerte es mediante un hombre, la resurrección de los muertos también es mediante un hombre. Porque así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados.

¿Qué demostró Jesús con todo lo que sufrió?.


La Biblia relata en detalle los sufrimientos que soportó Jesús antes de morir. Con gran crueldad, lo azotaron y lo clavaron en un madero de tormento, condenándolo a una muerte horrible.

 

 

(Juan 19:1, Por lo tanto, en aquel momento Pilato tomó a Jesús y lo azotó.

 

(Juan 19:16-18, Por lo tanto, en aquel momento él se lo entregó a ellos para que fuera fijado en un madero. Entonces se encargaron de Jesús. Y, cargando el madero de tormento para sí mismo, él salió al llamado Lugar del Cráneo, que en hebreo se llama Gólgota; y allí lo fijaron en el madero, y con él a otros dos hombres, uno de este lado y uno de aquel, pero a Jesús en medio.

 

(Juan 19:30; Pues bien, cuando hubo recibido el vino agrio, Jesús dijo: “¡Se ha realizado!”, e, inclinando la cabeza, entregó su espíritu.

 

¿Por qué tuvo que sufrir tanto?. Satanás ha puesto en duda que haya un solo ser humano que permanezca fiel a Dios si se le somete a prueba. Al aguantar fielmente a pesar de aquel terrible sufrimiento, Jesús dio la mejor respuesta posible al desafío de Satanás. Demostró que un hombre perfecto, que tenga libre albedrío, puede ser totalmente fiel a Jehová, sin importar las dificultades que le cause el Diablo. ¡Cuánto tuvo que alegrarse Dios al ver la lealtad de su amado Hijo! .

 

(Proverbios 27:11.) Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.


¿Cómo se pagó el rescate? El día 14 del mes judío de nisán del año 33 de nuestra era, Dios permitió que ejecutaran a su Hijo, que era perfecto y, por lo tanto, no tenía pecado. De esta forma, Jesús sacrificó “una vez para siempre” su vida humana perfecta.

 

(Hebreos 10:10). Por dicha “voluntad” hemos sido santificados mediante el ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre.

 

Al tercer día de su muerte, Jehová Dios lo resucitó como criatura espiritual. En los cielos, Jesús presentó a su Padre el valor de su vida humana perfecta, la cual había ofrecido en sacrificio para rescatar a los descendientes de Adán.

 

(Hebreos 9:24). Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros.

 

Jehová Dios aceptó el valor del sacrificio de Jesús, y así aquel sacrificio sirvió como el rescate necesario para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte.

 

 (Romanos 3:23, 24). Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios, y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús.

¿CÓMO PUEDE BENEFICIARLE A USTED EL RESCATE?.


¿Qué debemos hacer para recibir “el perdón de nuestros pecados”?.


Gracias al rescate podemos disfrutar de maravillosas bendiciones a pesar de ser pecadores. Veamos algunos beneficios presentes y futuros del mayor regalo que Dios nos ha hecho.

El perdón de los pecados. Como hemos heredado la imperfección, para nosotros es una verdadera lucha hacer el bien. Todos pecamos, sea con nuestras palabras o con nuestras obras. Pues bien, gracias al sacrificio de Jesús podemos obtener “el perdón de nuestros pecados”.

 

(Colosenses 1:13, 14). Él nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor, por medio de quien tenemos nuestra liberación por rescate, el perdón de nuestros pecados.

 

Sin embargo, para ello debemos arrepentirnos de corazón. También tenemos que pedirle humildemente a Jehová que nos perdone tomando como base nuestra fe en el sacrificio de su Hijo.

 

(1 Juan 1:8, 9). Si hacemos la declaración: “No tenemos pecado”, a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.

¿Por qué podemos adorar a Dios con la conciencia limpia, y cómo nos beneficia tener la conciencia limpia?.


Una conciencia limpia ante Dios. La conciencia culpable nos deja sin esperanza y con el sentimiento de que no valemos nada. Pero gracias al rescate, Jehová Dios nos perdona y tiene la bondad de permitir que, aun siendo imperfectos, lo adoremos con la conciencia limpia.

 

(Hebreos 9:13, 14). Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, ¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo?.

 

De este modo, tenemos confianza para hablar con él, o sea, para orarle con toda libertad.

 

(Hebreos 4:14-16). Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida nuestra confesión de él Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado. Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.

 

Además, al mantener la conciencia limpia, disfrutamos de tranquilidad mental, nos sentimos bien con nosotros mismos y somos más felices.

¿Qué bendiciones serán posibles porque Jesús murió por nosotros?.


La esperanza de vivir eternamente en un paraíso terrestre. “El salario que el pecado paga es muerte”, dice.

 

Romanos 6:23. Porque el salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.
 

Ahora bien, ese mismo versículo añade: “Pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor”. En la Biblia podemos leer las bendiciones del Paraíso terrestre que se aproxima.

 

(Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.

 

Todas esas bendiciones, incluida la de vivir para siempre con salud perfecta, serán posibles porque Jesús murió por nosotros. Para recibirlas, debemos demostrar que agradecemos el maravilloso regalo del rescate.

¿CÓMO PUEDE USTED MOSTRAR SU AGRADECIMIENTO?.


¿Por qué debemos estar agradecidos a nuestro amoroso Padre Celestial Jehová Dios, por el regalo del rescate?.


¿Por qué debemos estar profundamente agradecidos a nuestro amoroso Padre Celestial Jehová Dios, por el rescate? Pues bien, un regalo es más valioso cuando la persona que lo hace ha tenido que sacrificar tiempo, energías o dinero para dárnoslo. Además, nos conmueve porque es una prueba del amor sincero que nos tiene. Por lo tanto, el rescate es el regalo más valioso de todos, ya que Dios hizo el mayor de los sacrificios. “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito”.

 

Juan 3:16. ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.

 

El rescate es la prueba más sobresaliente del amor que Jehová nos tiene. También es prueba de cuánto nos ama Jesús, quien estuvo muy dispuesto a entregar la vida por nosotros.

 

 (Juan 15:13). Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando.

 

En efecto, el regalo del rescate debe convencernos de que nuestro amoroso Padre Celestial Jehová Dios, y su amado Hijo Jesucristo nos quieren a cada uno de nosotros.

 

(Gálatas 2:20). Estoy fijado en un madero junto con Cristo. Ya no soy yo el que vivo; antes bien, es Cristo el que vive en unión conmigo. En verdad, la vida que ahora vivo en carne la vivo por la fe que es para con el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

Una forma en que usted puede demostrar que agradece el regalo del rescate es esforzándose por conocer mejor a su Creador, su amoroso Padre Celestial Jehová Dios.
 

¿De qué maneras puede usted demostrar que agradece el regalo divino del rescate?.


Entonces, ¿de qué maneras demostrará usted que agradece el regalo divino del rescate? Para empezar, conozca mejor a Aquel que lo dio, Jehová.

 

(Juan 17:3). Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.

 

Puede lograrlo si estudia la Biblia con la ayuda de esta Web. Cuanto más conozca a Dios, a Jehová, y a su amado Hijo Jesucristo, más los amará. Y cuanto más los ame, más deseará complacerlos.

 

(1 Juan 5:3). Pero nosotros sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado capacidad intelectual para que adquiramos el conocimiento del verdadero. Y estamos en unión con el verdadero, por medio de su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna.

Tenga fe en el rescate. La Biblia dice respecto a Jesús: “El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna”.

 

(Juan 3:36). El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
 

¿Cómo podemos ejercer, o demostrar, fe en Jesús? No solo con palabras. Como indica Santiago 2:26, “la fe sin obras está muerta”.

 

Santiago 2:26. En verdad, como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

 

En efecto, la fe verdadera se demuestra con obras. Una manera de probar que tenemos fe en Jesús es haciendo lo posible por imitarlo, tanto en lo que decimos como en lo que hacemos.

 

(Juan 13:15). Porque yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo.


Cada uno de nosotros, también somos libres, es decir, tenemos libre albedrío, o sea, podemos tomar nuestras propias decisiones. Así que no somos ninguna máquina, que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabricada o programada. Al contrario, podemos decidir por nosotros mismos y escoger entre el bien y el mal. Si elegimos obedecer a Dios, y seguir a Jesús o no. Es nuestra responsabilidad moral, social, y espiritual saber el camino que elegimos., Eso es lo que nos identificara responsable, e individualmente que clase de personas somos ante Dios. Espiritual, libre, moralmente, lo sabio, lo justo, lo amoroso y lo agradecido seria que obedeciéramos aDios y que siguiéramos a Cristo quien dio su vida por nosotros y quien nos da la Vida Eterna si lo obedecemos.


21, 22.
Después de decir estas cosas, Jesús se perturbó en espíritu, y dio testimonio y dijo: “Muy verdaderamente les digo: Uno de ustedes me traicionará”. Los discípulos empezaron a mirarse unos a otros, perplejos por no saber de quién lo decía.

 

¿Por qué debemos asistir a la celebración anual de la Cena del Señor?.


Asista a la celebración anual de la Cena del Señor. La noche del 14 de nisán del año 33, Jesús estableció una celebración especial que la Biblia llama “la cena del Señor”.

 

(1 Corintios 11:20; Por esto, cuando se juntan en un mismo lugar, no es posible comer la cena del Señor.

 

Mateo 26:26-28). Mientras continuaron comiendo, Jesús tomó un pan y, después de decir una bendición, lo partió y, dándolo a los discípulos, dijo: “Tomen, coman. Esto significa mi cuerpo”.También, tomó una copa y, habiendo dado gracias, la dio a ellos, diciendo: “Beban de ella, todos ustedes; porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados.

 

También se la conoce como la Conmemoración de la muerte de Cristo. La estableció Jesús para ayudar a sus apóstoles y a todos los cristianos verdaderos a recordar algo importante: al morir, él entregó como rescate su alma, es decir, su vida humana perfecta. Jesús mismo se refirió a esta celebración cuando dio este mandato: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”.

 

Jesús mismo dio este mandato: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”.

 

(Lucas 22:19). También, tomó un pan, dio gracias, lo partió, y se lo dio a ellos, diciendo: “Esto significa mi cuerpo que ha de ser dado a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”.
 

La Conmemoración nos recuerda el gran amor que Jehová y Jesús nos han mostrado haciendo posible el rescate. Al asistir a esta celebración anual, también demostramos nuestro agradecimiento por el rescate.

El rescate es un regalo de incalculable valor que nos hace Dios.

 

(2 Corintios 9:14, 15). Y con ruego a favor de ustedes ellos sienten anhelo por ustedes a causa de la sobrepujante bondad inmerecida de Dios sobre ustedes. A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita.

 

De hecho, puede beneficiar incluso a las personas que han muerto.

LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA


El rescate es el medio que Jehová utiliza para liberar del pecado y la muerte a la humanidad.

 

(Efesios 1:7). Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento exacto de él;


Jehová proporcionó el rescate enviando a la Tierra a su Hijo unigénito para que muriera por nosotros.

 

(1 Juan 4:9, 10). Por esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiéramos la vida mediante él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados.


Gracias al rescate tenemos el perdón de los pecados, una conciencia limpia y la esperanza de vivir eternamente.

 

(1 Juan 1:8, 9). Si hacemos la declaración: “No tenemos pecado”, a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.

 

Podemos demostrar que agradecemos el rescate conociendo mejor a Jehová, teniendo fe en el sacrificio de Jesús y asistiendo a la Cena del Señor.

 

(Juan 3:16). Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.

 

 

Evidentemente las personas que aprecian todo lo que Dios ha estado haciendo y hace por nosotros,  incluido "EL RECATE que El nos ha proporcionado mediante su amado Hijo Jesucristo, y demuestran que lo aman y lo obedecen sin ninguna duda tendrán La VIDA ETERNA, esperamos de todo corazón que ese sea su caso.

 

 

 

 

 

 

 

Que la gracia y la paz de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo este con todos vosotros.