1.- Siria y Cilicia. Hechos
15:36-41.
*Dos equipos misioneros.
Hechos
15:36-41. Ahora bien, después de algunos
días Pablo dijo a Bernabé: “Sobre todo, volvamos y visitemos a los
hermanos en cada una de las ciudades en las cuales publicamos la palabra
de Jehová, para ver cómo están”. 37 Por su parte, Bernabé estaba
resuelto a llevar consigo también a Juan, que se llamaba Marcos. 38
Pero a Pablo no le pareció propio tomar consigo a este, puesto que se
había apartado de ellos desde Panfilia y no había ido con ellos a la
obra. 39 Ante esto, ocurrió un agudo estallido de cólera, de modo que
se separaron el uno del otro; y Bernabé tomó consigo a Marcos y se
embarcó para Chipre. 40 Pablo seleccionó a Silas y se fue, después de
haber sido encomendado por los hermanos a la bondad inmerecida de
Jehová. 41 Pero pasó por Siria y Cilicia, fortaleciendo a las
congregaciones.
2.- Derbe y Listra. Hechos
16:1-5.
* El joven Timoteo.
Hechos 16:1-5.
De modo que llegó a Derbe y también
a Listra. Y, ¡mira!, estaba allí cierto discípulo de nombre Timoteo,
hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego, 2 y los hermanos
de Listra y de Iconio daban buenos informes acerca de él. 3 Pablo
expresó el deseo de que este saliera con él, y lo tomó y lo circuncidó a
causa de los judíos que había en aquellos lugares, porque todos sabían
que su padre era griego. 4 Ahora bien, a medida que iban viajando por
las ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los
decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y
ancianos que estaban en Jerusalén. 5 Por lo tanto, en realidad, las
congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en
número de día en día.
3.- Frigia, Galacia, Misia y
Troas. Hechos 16:6-10.
*El llamado de Macedonia.
Hechos 16:6-10.
Además, atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque
el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el
distrito de Asia. 7 Además
de eso, al bajar a Misia, se esforzaron por entrar en Bitinia, pero
el espíritu de Jesús no se lo permitió. 8 De
modo que pasaron por alto a Misia y bajaron a Troas. 9 Y
durante la noche le apareció a Pablo una visión: cierto
varón macedonio estaba de pie y le suplicaba y decía: “Pasa a Macedonia
y ayúdanos”. 10 Ahora
bien, luego que hubo visto la visión, procuramos salir para Macedonia, pues
llegamos a la conclusión de que Dios nos había mandado llamar para
declararles las buenas nuevas.
4.- Samotracia, Neápolis y
Filipos. Hechos 16:11-40.
*Nuevos conversos.
Hechos 16:11-40.
Por lo tanto,
nos hicimos a la mar desde Troas y fuimos con rumbo directo a
Samotracia, mas al día siguiente a Neápolis, 12 y de allí a Filipos, una
colonia, que es la ciudad principal del distrito de Macedonia.
Continuamos en esta ciudad, pasando algunos días. 13 Y el día de sábado
salimos fuera de la puerta junto a un río, donde pensábamos que había un
lugar de oración; y nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que
se habían congregado. 14 Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de
púrpura, de la ciudad de Tiatira y adoradora de Dios, estaba escuchando,
y Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a
las cosas que Pablo estaba hablando. 15 Ahora bien, cuando fueron
bautizadas ella y su casa, ella dijo con súplica: “Si ustedes me han
juzgado fiel a Jehová, entren en mi casa y quédense”. Y sencillamente
nos obligó a aceptar.
16 Y aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, nos encontró
cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación. Ella
proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la
predicción. 17 Esta [muchacha] seguía detrás de Pablo y de nosotros y
gritaba, usando estas palabras: “Estos hombres son esclavos del Dios
Altísimo, los cuales les están publicando el camino de la salvación”. 18
Esto lo siguió haciendo por muchos días. Por fin Pablo se cansó de ello+
y se volvió y dijo al espíritu: “Te ordeno en el nombre de Jesucristo
que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora.
19 Pues bien, cuando sus amos vieron que se les había ido su esperanza
de ganancia,+ se apoderaron de Pablo y de Silas y los arrastraron a los
gobernantes en la plaza de mercado, 20 y, conduciéndolos a los
magistrados civiles, dijeron: “Estos hombres están turbando muchísimo a
nuestra ciudad, judíos como son, 21 y están publicando costumbres+ que
no nos es lícito adoptar ni practicar, puesto que somos romanos”. 22 Y
la muchedumbre se levantó a una contra ellos; y los magistrados civiles,
habiéndoles arrancado las prendas de vestir exteriores, dieron el
mandato de que los golpearan con varas. 23 Después de haberles
descargado muchos golpes, los echaron en la prisión, y ordenaron al
carcelero que los guardara con seguridad. 24 Porque recibió tal orden,
este los echó en la prisión interior y les aseguró los pies en el cepo.
25 Mas como a la mitad de la noche, Pablo y Silas estaban orando y
alabando a Dios con canción;+ sí, los presos los oían. 26 De repente
ocurrió un gran terremoto, de modo que se sacudieron los fundamentos de
la cárcel. Además, se abrieron al instante todas las puertas, y las
cadenas de todos se soltaron. 27 El carcelero, despertando del sueño y
viendo abiertas las puertas de la prisión, desenvainó su espada y estaba
a punto de quitarse la vida, imaginándose que los presos se habían
escapado. 28 Pero Pablo clamó con voz fuerte, y dijo: “¡No te hagas
ningún daño, porque todos estamos aquí!”. 29 De modo que él pidió luz y
entró de un salto y, sobrecogido de temblor, cayó ante Pablo y Silas. 30
Y los sacó fuera y dijo: “Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?”.
31 Ellos dijeron: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa”.
32 Y le hablaron la palabra de Jehová junto con todos los que estaban en
su casa. 33 Y él los tomó consigo en aquella hora de la noche y les lavó
las heridas; y todos, él y los suyos, fueron bautizados+ sin demora. 34
Y los introdujo en su casa y les puso la mesa, y se regocijó mucho con
toda su casa ahora que había creído a Dios.
35 Cuando se hizo de día, los magistrados civiles despacharon a los
alguaciles a decir: “Pon en libertad a aquellos hombres”. 36 De modo que
el carcelero informó sus palabras a Pablo: “Los magistrados civiles han
despachado hombres para que ustedes dos sean puestos en libertad. Ahora,
pues, salgan y sigan su camino en paz”. 37 Pero Pablo les dijo: “Nos
fustigaron públicamente sin ser condenados, a nosotros que somos hombres
romanos,+ y nos echaron en la prisión; ¿y ahora nos echan fuera
secretamente? ¡No, por cierto!, antes, que vengan ellos mismos y nos
saquen”. 38 De modo que los alguaciles informaron estos dichos a los
magistrados civiles. Estos tuvieron temor al oír que los hombres eran
romanos. 39 Por consiguiente, vinieron y les suplicaron y, después de
sacarlos, les solicitaron que partieran de la ciudad. 40 Pero ellos
salieron de la prisión y fueron a casa de Lidia, y, cuando vieron a los
hermanos, los animaron, y partieron.
5.- Tesalónica y Berea.
Hechos 17:1-15.
*Escudriñando las Escrituras.
Hechos 17:1-15.
Entonces
viajaron a través de Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde
había una sinagoga de los judíos. 2 Así que, según tenía por costumbre
Pablo, pasó adentro a donde ellos, y por tres sábados razonó con ellos a
partir de las Escrituras, 3 explicando y probando por referencias que
era necesario que el Cristo sufriera y se levantara de entre los
muertos, y decía: “Este es el Cristo, este Jesús que yo les estoy
publicando”. 4 Como resultado, algunos de ellos se hicieron creyentes y
se asociaron con Pablo y con Silas, y una gran multitud de los griegos
que adoraban a Dios, y no pocas de las mujeres prominentes, lo hicieron.
5 Pero los judíos, poniéndose celosos, tomaron como compañeros a ciertos
varones inicuos de los haraganes de la plaza de mercado, y formaron una
chusma y procedieron a alborotar la ciudad. Y asaltando la casa de
Jasón, procuraban hacer que los sacaran a la gentuza. 6 Como no los
hallaron, arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos ante los gobernantes
de la ciudad, clamando: “Estos hombres que han trastornado la tierra
habitada están presentes aquí también, 7 y Jasón los ha recibido con
hospitalidad. Y todos estos actúan en oposición a los decretos de César,
diciendo que hay otro rey, Jesús”. 8 Verdaderamente agitaron a la
muchedumbre y a los gobernantes de la ciudad, cuando estos oyeron estas
cosas; 9 y después de primero tomar suficiente fianza de Jasón y de los
demás, los dejaron ir.
10 Inmediatamente, de noche, los hermanos enviaron a Pablo, así como a
Silas, hacia Berea, y estos, al llegar, entraron en la sinagoga de los
judíos. 11 Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de
Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y
examinaban con cuidado+ las Escrituras+ diariamente en cuanto a si estas
cosas eran así. 12 Por lo tanto, muchos de ellos se hicieron creyentes,
y también no pocas de las mujeres griegas estimables, y no pocos de los
varones. 13 Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que
también en Berea Pablo publicaba la palabra de Dios, fueron también allá
para incitar y agitar a las masas. 14 Entonces los hermanos
inmediatamente enviaron a Pablo para que se fuera hasta el mar; pero
tanto Silas como Timoteo permanecieron atrás, allá. 15 Sin embargo, los
que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas y, después de recibir
mandato de que Silas y Timoteo vinieran a él cuanto antes, partieron.
6.- Atenas. Hechos 17:16-34.
*El Areópago.
Hechos 17:16-34.
Ahora bien,
mientras Pablo los esperaba en Atenas, se le irritó el espíritu en su
interior al contemplar que la ciudad estaba llena de ídolos. 17 Por
consiguiente, se puso a razonar en la sinagoga con los judíos y con las
otras personas que adoraban a Dios, y todos los días en la plaza de
mercado con los que por casualidad se hallaban allí. 18 Pero ciertos
individuos, filósofos de los epicúreos así como de los estoicos,
entablaban conversación polémica con él, y algunos decían: “¿Qué es lo
que este charlatán* quisiera contar?”. Otros: “Parece que es publicador
de deidades extranjeras”. Esto se debió a que declaraba las buenas
nuevas de Jesús y de la resurrección. 19 De modo que se apoderaron de él
y lo condujeron al Areópago, y dijeron: “¿Podemos llegar a saber qué es
esta nueva enseñanza que hablas? 20 Porque presentas algunas cosas que
son extrañas a nuestros oídos. Por lo tanto deseamos llegar a saber qué
se da a entender por estas cosas”. 21 De hecho, todos los atenienses y
los extranjeros que residían allí temporalmente no pasaban su tiempo
libre en ninguna otra cosa sino en decir algo o escuchar algo nuevo. 22
Pablo entonces se puso de pie en medio del Areópago y dijo:
“Varones de Atenas, contemplo que en todas las cosas ustedes parecen
estar más entregados que otros al temor a las deidades. 23 Por ejemplo,
al ir pasando y observando cuidadosamente sus objetos de veneración,
también hallé un altar sobre el cual se había inscrito: ‘A un Dios
Desconocido’. Por lo tanto, aquello a lo que ustedes sin conocerlo dan
devoción piadosa, esto les estoy publicando. 24 El Dios que hizo el
mundo y todas las cosas que hay en él, siendo, como es Este, Señor del
cielo y de la tierra, no mora en templos hechos de manos, 25 ni es
atendido por manos humanas como si necesitara algo, porque él mismo da a
toda persona vida y aliento y todas las cosas. 26 E hizo de un solo
hombre toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie
de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites fijos de la
morada de los hombres, 27 para que busquen a Dios, por si buscaban a
tientas y verdaderamente lo hallaban, aunque, de hecho, no está muy
lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque por él tenemos vida y nos
movemos y existimos, aun como ciertos* poetas de entre ustedes han
dicho: ‘Porque también somos linaje de él’.
29 ”Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el
Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo
esculpido por el arte e ingenio del hombre. 30 Cierto, Dios ha pasado
por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo, ahora está
diciéndole a la humanidad que todos en todas partes se arrepientan. 31
Porque ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con
justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos
los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos”.
32 Pues bien, al oír de una resurrección de muertos, algunos empezaron a
mofarse, mientras que otros dijeron: “Te oiremos acerca de esto hasta en
otra ocasión”. 33 Así que Pablo salió de en medio de ellos, 34 pero
algunos varones se unieron a él y se hicieron creyentes, entre los
cuales también estuvieron Dionisio, juez del tribunal del Areópago, y
una mujer de nombre Dámaris, y otros además de ellos.
7.- Corinto. Hechos 18:1-17.
*“Habla, y no calles”.
Hechos 18:1-17.
Después de
estas cosas, él partió de Atenas y llegó a Corinto. 2 Y halló a cierto
judío de nombre Áquila, un natural del Ponto que recientemente había
llegado de Italia, y a Priscila su esposa, por el hecho de que Claudio
había ordenado que todos los judíos se fueran de Roma. De modo que fue a
ellos 3 y, por ser del mismo oficio, se quedó en su casa, y trabajaban,
porque el oficio de ellos era hacer tiendas de campaña. 4 Sin embargo,
todos los sábados pronunciaba un discurso en la sinagoga y persuadía a
judíos y a griegos.
5 Pues bien, cuando Silas y también Timoteo hubieron bajado de
Macedonia, Pablo empezó a estar intensamente ocupado con la palabra,
dando testimonio a los judíos para probar que Jesús es el Cristo. 6 Pero
como ellos siguieron oponiéndose y hablando injuriosamente, sacudió sus
prendas de vestir y les dijo: “Esté la sangre de ustedes sobre sus
propias cabezas. Yo estoy limpio. Desde ahora me iré a gente de las
naciones”. 7 Por consiguiente, se transfirió de allí y entró en la casa
de uno de nombre Ticio Justo, adorador de Dios, cuya casa estaba
contigua a la sinagoga. 8 Pero Crispo, el presidente de la sinagoga, se
hizo creyente en el Señor, y también toda su casa. Y muchos de los
corintios que oyeron empezaron a creer y a bautizarse. 9 Además, de
noche el Señor dijo a Pablo mediante una visión: “No temas, sino sigue
hablando y no calles, 10 porque yo estoy contigo y nadie te asaltará
para hacerte daño; porque tengo mucha gente en esta ciudad”. 11 De modo
que se quedó establecido allí un año y seis meses, enseñando entre ellos
la palabra de Dios.
12 Ahora bien, mientras Galión era procónsul de Acaya, los judíos se
levantaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal, 13
diciendo: “Contrario a la ley, este persuade a los hombres a otra manera
de adorar a Dios”. 14 Pero cuando Pablo estaba a punto de abrir la boca,
Galión dijo a los judíos: “Si fuera, en realidad, alguna injusticia o un
acto inicuo de villanía, oh judíos, yo tendría razón para soportarlos
con paciencia. 15 Pero si es de controversias sobre palabras y sobre
nombres+ y sobre la ley entre ustedes, ustedes mismos tienen que atender
a ello. Yo no deseo ser juez de estas cosas”. 16 Con eso, los echó del
tribunal. 17 De modo que todos se apoderaron de Sóstenes el presidente
de la sinagoga y se pusieron a golpearlo enfrente del tribunal. Pero
Galión no se interesaba en ninguna de estas cosas.
 |
DOS EQUIPOS
MISIONEROS.
(Hechos 15:36).
“Después de
algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en
todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver
cómo están”.
Al decidir visitar de nuevo
a las iglesias que se habían formado en el primer viaje, Bernabé
quiso volver a llevar consigo a su primo Juan Marcos.
(Colosenses
4:10).
Aristarco,
mi compañero de cautiverio, les envía sus saludos, y también
Marcos el primo de Bernabé respecto de quien ustedes recibieron
mandatos de recibirlo con gusto si alguna vez fuera a ustedes.
Pablo no estuvo dispuesto a
dar una segunda oportunidad al que les había abandonado durante
el anterior viaje.
|
  |
 |
De este modo, Bernabé y Juan
Marcos fueron hacia Chipre, y Pablo y Silas hacia Asia.
Con el tiempo, Pablo supo
apreciar el trabajo de Juan Marcos, y lo tuvo como un
colaborador “útil para el ministerio”.
(Filipenses.
1:24;
Sin embargo,
el que yo permanezca en la carne es más necesario por causa de
ustedes.
2Timoteo.
4:11;
Solo Lucas
está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil
para ministrar.
|
EL JOVEN TIMOTEO
Hechos 16:3.
“Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole,
le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares;
porque todos sabían que su padre era griego”.

|
En Listra, Pablo encontró a
Timoteo, un joven que había sido bien educado en las Escrituras
por su madre Eunice y su abuela Loida.
Viendo en él una persona
consagrada y con dones para la obra, decidió llevarlo con él.
(2Timoteo. 1:5). Porque recuerdo la
fe+ que hay en ti sin hipocresía alguna, y que moró primero en
tu abuela Loida y en tu madre Eunice, pero la cual estoy seguro
también se halla en ti.
|
Como su padre era griego, no
había consentido en circuncidarlo.
¿Por qué Pablo lo
circuncida, contradiciendo aparentemente el acuerdo del Concilio
de Jerusalén?.
Esta medida se tomó por amor
a los judíos. Para que éstos no tuviesen excusa para no escuchar
el mensaje predicado por Timoteo.
|

|
EL LLAMADO DE
MACEDONIA
 |
(Hechos 16:9). “Y se le mostró a
Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie,
rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos”.
|
Aunque el plan original de
Pablo era visitar a las iglesias ya establecidas, el plan del
Espíritu Santo era otro.
Impidiéndoles seguir
predicando en Asia, el Espíritu Santo les condujo hasta Misia.
Allí les impidió ir a Bitinia. Los condujo hasta Troas, un
puerto marítimo. Finalmente, les indicó el camino a través de
una visión.
Este cambio de rumbo suponía
predicar el Evangelio en Europa, un territorio completamente
nuevo.
De esta experiencia
aprendemos la importancia de someternos continuamente a la
dirección del Espíritu Santo, aun cuando esto contradiga
nuestros planes o ideas.
|

|
NUEVOS
CONVERSOS.
(Hechos
16:30-31).
“Y
sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y
tu casa”. |
 |
 |
 |
 |
Llegando a Filipos, Pablo
buscó el lugar de reunión de los judíos de esa ciudad. Como no
había sinagoga, encontró a un grupo de mujeres junto al río.
Una de las mujeres allí
reunidas, Lidia, natural de Tiatira, fue la primera conversa de
Europa.
Pero pronto surgieron los
problemas. Pablo expulsó al demonio que poseía a una joven
adivina. Sus dueños, enojados, lo llevaron a los tribunales.
Azotados y encarcelados,
Pablo y Silas cantaban en la prisión. Su testimonio fiel tocó la
conciencia del carcelero.
|
ESCUDRIÑANDO LAS
ESCRITURAS.
(Hechos 17:11).
“Y éstos eran más nobles que los que
estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda
solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si
estas cosas eran así”. |
 |
Tesalónica era la capital
de Macedonia. Allí, Pablo acudía los sábados a la sinagoga
para predicar a los judíos la muerte y la resurrección
de Jesús.
Solo unos pocos judíos
creyeron. El resto, usando a hombres perversos,
provocaron un gran alboroto contra Pablo y el resto de
los conversos.
En Berea, la recepción
del mensaje por parte de los judíos fue muy distinta. Fueron
convencidos de la verdad por el examen concienzudo de las
Escrituras. |

|
Una respuesta meramente
emocional, exenta de estudio personal, es superflua y de
corta duración.
|
 |
EL AREÓPAGO.
(Hechos 17:19).
“Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo:
¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas?”.
 |
En Atenas, Pablo usó nuevas
técnicas para llevar el Evangelio.
Ante un público
exclusivamente gentil, no pudo usar las Escrituras como base de
su predicación.
Partió del conocimiento del
mundo natural y la filosofía para que ellos pudieran comenzar a
entender aquello que quería enseñarles.

|
Para mentes acostumbradas a
creer que los dioses no se preocupan por lo que ocurre en la
Tierra, el mensaje de Pablo era realmente especial.
Aunque la mayoría se
burlaron del mensaje, algunos, como Dionisio y Dámaris,
creyeron.
|

|
“HABLA, Y NO
CALLES”.
(Hechos 18:10).
“porque yo estoy
contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo
tengo mucho pueblo en esta ciudad”.
En Corinto, Pablo conoció a
Priscila y Aquila. Como tenían su mismo oficio, se quedó
trabajando con ellos.
Pero Pablo fue rechazado
abiertamente por los judíos. Sacudiendo sus vestidos, decidió
dejar de predicarles, y hablar solamente a los gentiles.
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 |
Esta situación le produjo un
gran desánimo, hasta el punto de decidir seguir su camino y
abandonar la ciudad.
Pero Dios tenía, nuevamente,
otros planes. Pablo quedó en Corintio un año y medio, mucho más
que en cualquier otro lugar hasta entonces.
¿Cuánto pueblo tiene Dios en
tu ciudad que aún no le conoce? Habla, y no calles.
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“Los
mensajeros de Dios en las grandes ciudades no deben desalentarse
por la impiedad, la injusticia y la depravación que son llamados
a arrostrar mientras tratan de proclamar las gratas nuevas de
salvación… Recuerden los que están empeñados en el ministerio de
salvar las almas que a pesar de que son muchos los que no
quieren escuchar los consejos que Dios da en su palabra, no se
apartará todo el mundo de la luz y la verdad ni de las
invitaciones de un Salvador paciente y tolerante. En toda
ciudad, por muy llena que esté de violencia y de crímenes, hay
muchos que con la debida enseñanza pueden aprender a seguir a
Jesús. A miles puede comunicarse así la verdad salvadora, e
inducirlos a recibir a Cristo como su Salvador personal”.
E.G.W. (Profetas y
reyes, pg. 207
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